Estudiante de la universidad Villarreal gana concurso de innovación con “yogurt de huito”
Mónica Vargas Sihuacollo junto a la ingeniera Elia Rojas Rojas, pdt. del Capítulo de IIAA.
( CD Lima, 30/10/08 ) En la clausura de la Semana de la Ingeniería de Industrias Alimentarias y Agroindustrias, los directivos de este Capítulo premiaron a los ganadores del concurso de innovación de productos alimenticios, se reconoció a destacados profesionales y se brindó una charla magistral.
El objetivo de la competencia, llamada “Concurso de Innovación y diseño de productos alimenticios”, fue propiciar la identificación de los estudiantes de universidades e institutos superiores con la elaboración, conservación y transformación de alimentos utilizando productos nativos.
El premio se lo llevó la estudiante Mónica Vargas Sihuacollo, de la Escuela Profesional de Ingeniería Alimentaria de la Universidad Nacional Federico Villarreal, con su yogurt de huito (Genipa americana), una fruta que crece en México, América Central y América del Sur hasta Brasil, posee bajo contenido de lípidos, alto contenido de azúcar y regular hierro, calcio y fósforo.
El segundo puesto fue para el grupo de estudiantes del Instituto San Ignacio de Loyola con su “almíbar de sauco”. Y el tercer lugar fue compartido por dos grupos de la Universidad Villarreal que presentaron “néctar de aguaymanto” y “pye de sanky”.
La destacada labor profesional y calidad humana demostrada a lo largo de toda su carrera, de los ingenieros David Campos y María Eugenia Nieva, fue reconocida con un emotivo homenaje.
En la ponencia magistral, el Ing. Juan Carbonel Valdivia expuso el tema “Gestión de Riesgos en la Industria Alimentaria” donde definió a tal gestión como una metodología para identificar y evaluar el tipo y nivel de daños y pérdidas probables que podrían afectar a una unidad productiva.
A modo de conclusión, el ingeniero Carbonel indicó que se debe planificar el desarrollo (en especial establecer un plan de gestión de riesgos internos y externos) de una empresa alimentaria. Recordó que los costos de no controlar los riesgos resultan muchas veces demasiado altos. “Un riesgo de consideración es la no adecuación del producto a las exigencias del cliente”, dijo por último.
El fin de fiesta fue protagonizada por una pareja de baile que brindó un excelente espectáculo de marinera norteña para el deleite de todos los ingenieros y público congregado.
Mónica Vargas Sihuacollo junto a la ingeniera Elia Rojas Rojas, pdt. del Capítulo de IIAA.
( CD Lima, 30/10/08 ) En la clausura de la Semana de la Ingeniería de Industrias Alimentarias y Agroindustrias, los directivos de este Capítulo premiaron a los ganadores del concurso de innovación de productos alimenticios, se reconoció a destacados profesionales y se brindó una charla magistral.
El objetivo de la competencia, llamada “Concurso de Innovación y diseño de productos alimenticios”, fue propiciar la identificación de los estudiantes de universidades e institutos superiores con la elaboración, conservación y transformación de alimentos utilizando productos nativos.
El premio se lo llevó la estudiante Mónica Vargas Sihuacollo, de la Escuela Profesional de Ingeniería Alimentaria de la Universidad Nacional Federico Villarreal, con su yogurt de huito (Genipa americana), una fruta que crece en México, América Central y América del Sur hasta Brasil, posee bajo contenido de lípidos, alto contenido de azúcar y regular hierro, calcio y fósforo.
El segundo puesto fue para el grupo de estudiantes del Instituto San Ignacio de Loyola con su “almíbar de sauco”. Y el tercer lugar fue compartido por dos grupos de la Universidad Villarreal que presentaron “néctar de aguaymanto” y “pye de sanky”.
La destacada labor profesional y calidad humana demostrada a lo largo de toda su carrera, de los ingenieros David Campos y María Eugenia Nieva, fue reconocida con un emotivo homenaje.
En la ponencia magistral, el Ing. Juan Carbonel Valdivia expuso el tema “Gestión de Riesgos en la Industria Alimentaria” donde definió a tal gestión como una metodología para identificar y evaluar el tipo y nivel de daños y pérdidas probables que podrían afectar a una unidad productiva.
A modo de conclusión, el ingeniero Carbonel indicó que se debe planificar el desarrollo (en especial establecer un plan de gestión de riesgos internos y externos) de una empresa alimentaria. Recordó que los costos de no controlar los riesgos resultan muchas veces demasiado altos. “Un riesgo de consideración es la no adecuación del producto a las exigencias del cliente”, dijo por último.
El fin de fiesta fue protagonizada por una pareja de baile que brindó un excelente espectáculo de marinera norteña para el deleite de todos los ingenieros y público congregado.
Comentario